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El Viejo Pancho

Su vida

Texto de Xulio Xiz / Supervisión de Gustavo San Román

SU VIDA

José María Alonso Trelles y Jarén nació en Ribadeo el 7 de mayo de 1857 en la entonces llamada Calle de las Angustias y después de Antonio Otero. En 1946, a un tramo de la calle se le mantuvo el nombre, y a la otra parte, donde está la casa natal del escritor, se le dio el de "El Viejo Pancho". Era hijo de Francisco Alonso Trelles (asturiano) y Vicenta Jarén (gallega). El mismo día fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa María do Campo.

Su padre había sido nombrado por el ayuntamiento de Ribadeo en 1847 ayudante de la escuela de instrucción elemental de la villa. Había casado en primeras nupcias con Manuela García, de la que enviudó, sin hijos. Se casaría con Vicenta Jarén en 1848.

A los 6 años, la familia -además de José, los hijos Paco (que moriría en la emigración de Puerto Rico), Ramón, Carmen y Amalia- se fue a Navia (Asturias), donde su padre tiene plaza como director de la escuela de la localidad. En la escuela es amigo de un niño tres años mayor, Rafael Fernández Calzada, que también emigraría a América, donde alcanzaría relevancia política y literaria. Como cuenta él mismo en un texto tardío que tituló "Autobiografía" (del que seguiremos citando):

A los siete años era periodista y fabricante de estampitas para cartas de amor. Preparaba, con carbón en polvo, papel de calcar, y en menos tiempos del que emplea un cura cuerdo en cantar el “Dies Irae” en funeral de cinco pesos, tiraba tres ejemplares (para tres únicos suscriptores que no pagaban y que posiblemente no sabían leer), de un “semanario” que salía una vez por mes. Con el producto de las estampilllas postales pagaba el cartero que distribuía entre la grey infantil cartas amorosas y que un día sí y otro no también recibía un plus de patadas en parte muelle. A la altura de su brazo no había en la villa pared enjabelgada que no profanara con monos “prerafaelistas” su  pecadora mano.

Se sabe que ya de niño era devoto del fútbol, y el Club Central de Uruguay, en un diploma que le concedió como autor de “Paja brava”, afirma que el libro es un “formidable goal” que lo consagra “Campeón de la genuina versificación criolla”.

En la adolescencia vuelve a Ribadeo para estudiar peritaje mercantil en la Escuela de Náutica y Comercio entre octubre de 1872 y junio de 1875. Apunta Gustavo San Román -recurriendo a Dionisio Gamallo Fierros- que “sacó un sobresaliente en Contabilidad pero no se presenta o no aprueba Geografía fabril o comercial”.

En la cabeza no había quien le hiciese entrar ni conjugaciones ni logaritmos, lo que no obstó para que le obligaran a cursar la carrera de comercio y “doctorarse” perito mercantil. Para después, en vitandas distracciones, “poblar” de monos y cuartetas ripiosas las márgentes del “Diario” y del “Mayor”.

Emigró a los 18 años a la Argentina con un compañero de estudio, Emilio Rodríguez, ("Arribó a esta América siendo muy niño, sin sueños de ambición"), viviendo dos años en Chivilcoy (Bs. Aires), para después establecerse en Montevideo (septiembre de 1877), y por fin en El Tala, del departamento de Canelones (Uruguay), distante unos ochenta kilómetros de la capital.

Cuando llega a Uruguay, los inmigrantes son generalmente bien acogidos, y la realidad es que la cuarta parte de los habitantes del país eran españoles, y de estos, el sesenta por ciento gallegos. En aquellos tiempos, el gaucho seminómada, luchador en las guerras de independencia en las filas de los caudillos criollos, se convertiría en peón rural eventual.    

El Tala se había fundado unos años antes para asentar familias inmigrantes, especialmente canarias. Aún ahora, a los habitantes de Canelones les llaman canarios.

Vacilando entre irse a la Pampa en busca de “Martín Fierro”, o rendirse al yugo de la civilización, optó – no sin honda pena – por lo último, y se vino al Uruguay. Donde, mientras “barbaba” escribió medio millón de renglones desiguales, que leyó él solo y quemó a el fuego misericorde, no salvándose otra cosa que un poema, Juan el Loco, que le publicó su hermano de corazón y maestro, el malogrado poeta Orosmán Moratorio, y del que no tuvieron conocimiento las autoridades, porque no se sabe que estuviera recluido en Vilardebó (Hospital psiquiátrico de Montevideo) el autor, se entiende.

En 1881 se traslada a Río Grande do Sul, no Brasil, para trabajar de tenedor de libros en una casa comercial, donde estuvo tres meses enfermo por el cambio de clima. 

Un año antes de casarse se trasladó a la provincia de Rio Grande (sur de Brasil), donde permaneció  cuatro años regenteando una casa de comercio. Y tuvo ocasión de convivir con la gente del campo, estudiar sus costumbres y mezclarse a sus faenas ganaderas. Todo lo que había de determinar más tarde sus preferencias literarias.

En El Tala (antes y después del tiempo en Brasil) trabajó como contador en un comercio, casándose (31.08.1882) con una de las hijas de Juan Riccetto, el dueño, Dolores Riccetto Asuaga.

Su padre falleció en Navia (Asturias), el 21 de marzo de 1883.

La primera hija, Vicentina, nacería en 1884. Pasaron luego a vivir en Sarandí Garupa, para volver a El Tala en 1887.

Retornó a Canelones en 1887, sentando sus reales en el Tala, - que él  llama irónicamente “su Arcadia” – y antes de revelarse grafómano irredimible en la prensa departamental.

En Tala fue socio de su suegro en el negocio comercial, para luego (1894) dedicarse al estudio libre del Notariado en la Facultad de Derecho de Montevideo.

Exigencias económicas que minaron el alcázar de sus sueños, sometiéronlo al imperio de las realidades dolorosas, y sintiendo que algo faltaba a su capacidad para no caer vencido en la lucha por el mendrugo, cursó la carrera del notariado, alternando el estudio del derecho con sus lecturas favoritas.

En 1892 envía a su madre un “Devocionario castellano”, editado en París, lo que evidencia su preocupación religiosa.

Autocaricatura de Alonso y Trelles (01/09/1895)

En mayo de 1895 fallece su primera hija, Vicentina. Le escribe a su madre una carta llena de dolor. La pérdida de su hija le hace escribir:

Con la ansiosa pupila dilatada
voy buscando tu imagen en las sombras,
y apercibo mi oído en el silencio,
para oír si me nombras.
Porque sueño en que tú ¡pobre hija mía!
para atenuar de mi dolor el peso,
el cielo has de dejar por consolarme,
del cielo has de venir a darme un beso.

Integrado en la sociedad de El Tala, fue secretario de la primera Comisión Auxiliar de la ciudad y vicepresidente de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos.

El 25 de septiembre de 1902 adquiere la nacionalidad uruguaya (“después de vencer escrúpulos casi irreductibles”, confiesa) que le era imprescindible para ejercer el Notariado.    

En octubre de 1906 embarcó para España para visitar su madre, que vivía en Castropol, y a sus hermanos Ramón (jefe de Teléfonos en Castropol), Carmen y Amalia (maestras). Estuvo en Ribadeo en noviembre. El 23 de diciembre emprendió en Vigo el regreso.

En 1908 fue elegido Diputado del Parlamento Nacional uruguayo por el departamento de Canelones dentro del Partido Blanco o Nacionalista, destacando por su talento, su elocuencia y la defensa del poder municipal. Estaría en el cargo hasta 1911.

Cuando accede al Parlamento, el periódico “El Derecho”, aunque de inspiración diferente, dice de él que es “Hombre de inteligencia clara y sutil” que “en su modesta jubilación del Tala, ha estudiado mucho, poseyendo una vasta erudición literaria, conocimientos generales extensos en cuestiones sociales, que lo habilitarán para tratar con acierto las que se susciten en el seno de la cámara”.

En febrero de 1909 su madre falleció en Castropol.

Después de 1911 pasó a vivir a Montevideo por los estudios de un hijo.

El 8 de enero de 1922 la ciudad de San José, una de las más populosas del país, lo aclama como el mejor cantor gauchesco y la Municipalidad de El Tala le da su nombre a una calle.

En octubre de 1923 comienza en Montevideo un ciclo de conferencias sobre la vida y obra del autor, con repercusión en todo el país.

Se resiente su salud, que se complica con una peritonitis, y murió en Montevideo, en el Sanatorio Español, el 28 de julio de 1924. Su cadáver fue trasladado por el campo desde Montevideo a El Tala, para ser enterrado en el cementerio de su Arcadia vital.

Hoy que cansao de penar
Le tengo hasta asco al vivir,
Y se me hace que morir
Es no más que descansar…

En su partida de defunción consta como “español(c.legal)” de 64 años, de profesión “literato”, casado con Dolores Ricceto, que deja seis hijos: Josefina, Lola, Aída, Francisco, Homero y Aribán. La indicación “c.legal” quiere decir que era “ciudadano oriental (uruguayo) legal”. Realmente, falleció con 67 años, pero hubo un error al registrar el deceso.

VIDA DESPUÉS DE LA VIDA

Años después de su muerte, Carlos Gardel, que consideraba a El Viejo Pancho “un monumento”, le rindió homenaje de admiración, cantando y grabando cuatro canciones sobre poemas de nuestro personaje:

  • "Hopa, hopa, hopa!”, gravada en Buenos Aires en 1927, con música de Roberto Fugazot, canta el diálogo con arriero que personifica el desengaño.

  • “Insomnio”, con música de Américo Chirif (Bs. Aires, 1927), con recuerdos amorosos de la juventud que hacen que a un viejo le resulten tan largas las noches de invierno.

  • “Como todas” (Chirif. París, 1929), es la historia de un gaucho muerto que había sido traicionado por su amor.

  • “Misterio” (Chirif. 1930), es un canto de amor y de desdén.

Él cantautor Alfredo Zitarrosa, en una de sus canciones, recoge el poema “De la lucha”; Julio Sosa cantó “Como todas”, y Eduardo Fabini musicó “Luz mala”, “Remedio” y “La güeya”.        

En 1941 le dieron su nombre a una calle y una plaza en el barrio de Pocitos, en Montevideo. Y en 1943 se plantó un “ceibo”, árbol nacional uruguayo, y se colocó una placa conmemorativa en la plaza de su nombre.

En 1946 se rindió en Ribadeo un gran homenaje a Trelles, promovido por el escritor y profesor ribadense Dionisio Gamallo Fierros al cumplirse los 22 años de su muerte. Dionisio Gamallo Fierros (entonces) y Gustavo San Román (en la actualidad) se han acreditado como los perfectos conocedores y mayores devotos de “El Viejo Pancho”

El punto de partida hay que buscarlo en que Gamallo, junto con el Cónsul uruguayo en A Coruña, Raimundo J. Pascal, hablaron de Trelles en R.N.E. (13 de marzo), noticia que cruzó el Atlántico, despertando el interés en Galicia y en el Uruguay. Dos días después, en el Paraninfo de la Diputación provincial de Lugo, pronunció la conferencia “Un provinciano de Lugo: José Alonso Trelles, El Viejo Pancho”.

El Progreso, 15/01/1946

En el homenaje -en marzo y julio- hubo charlas, concursos, conciertos, misa, discursos, actuaciones musicales y de la Coral de Ribadeo, bailes, recitales poéticos, exposición de arte y un partido de fútbol entre Navia y Ribadeo, participando en los actos representantes de Navia, Vegadeo, Castropol y Figueras. En el nombre de la familia agradeció el homenaje Paquita A. Trelles, sobrina del autor.

El Progreso, 28/07/1946

En la Comisión organizadora, de la que Gamallo fue Secretario, y de la que formaron parte el Rector de la Universidad de Santiago, el Presidente de la Real Academia Gallega, el Gobernador civil, y además de escritores y periodistas, también aceptó formar parte el ministro de España en el Uruguay, Juan Pablo de Logendio.

Se renombró con su nombre un tramo de la calle donde había nacido el poeta, y se colocó una placa en la casa familiar, obra del escultor ribadense José G. de Silla. El texto de la placa, escrito por Gamallo, proclama que

Aquí nació -para no morir- el 7 de mayo de 1857, 
un ribadense universal: el poeta  
JOSÉ M.ª ALONSO-TRELLES Y JARÉN,     
que bajo el seudónimo patriarcal y campero de 
“EL VIEJO PANCHO” 
llegó a considerarse como el más alto intérprete 
de la psicología criolla uruguaya. 
Falleció en El Tala el 28 de Julio de 1924. 
Su pueblo natal le ofrenda esta lápida conmemorativa.        .

La viuda del escritor hizo llegar al alcalde ribadense su agradecimiento y el de sus hijos por el homenaje, significando que El Viejo Pancho “nunca olvidó su solar nativo, que recordaba con amor hasta en sus últimos momentos”.

En la actualidad, la casa donde nació Trelles, enclavada en la “Ruta de los Indianos”, alberga la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Ribadeo.

En 1956 el escritor Xulio Sigüenza (que vivió un tiempo en el Uruguay) entra en la Real Academia Gallega con el discurso “Un gallego universal: José Alonso y Trelles, El Viejo Pancho”. Al año siguiente participaría en el homenaje rendido al escritor en Ribadeo.

El gran homenaje de Ribadeo a su ilustre hijo se completó con los actos celebrados en 1957, igualmente promovidos por Dionisio Gamallo Fierros, y organizados por una Comisión que contó con la presidencia de honor del Catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Santiago, Camilo Barcia Trelles.

El Progreso, 14/04/1957

El Progreso, 20/03/1957

El Progreso, 08/05/1957

Lo más destacado de estas celebraciones fue la erección en el Parque municipal de Ribadeo de un busto del poeta, obra del escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín, donado por los ribadenses residentes en aquel país, figurando otro igual en El Tala, y un tercero en Montevideo, en la plaza que lleva a su nombre. Y se inauguró la Biblioteca de Ribadeo, que lleva el nombre de “El Viejo Pancho”, iniciándose las gestiones para adquirir la casa natal del poeta.

Vinieron con este motivo a Ribadeo los embajadores de Argentina y del Uruguay, y el Ministro de Información y Turismo de España, Gabriel Arias Salgado. Participó, asimismo, el Alcalde de Vigo, por ser aquel puerto el punto de partida del joven Trelles hacia el Uruguay, y donde había llegado desde Uruguay el busto colocado en el centro de Ribadeo.    

En marzo de 1988 se declaró Monumento Histórico Nacional la casa de “El Viejo Pancho” en Tala.

Anualmente se celebran en Ribadeo las jornadas “Mar por medio”. En las del año 1994, el 28 de julio, Gustavo San Román, escritor y profesor uruguayo, descendiente de gallegos, habló sobre “El Viejo Pancho”, en el 70º aniversario de la muerte de Trelles.

En 1998, Gustavo San Román publica en el Centro Ramón Piñeiro para a investigación en Humanidades (Xunta de Galicia) “Paja Brava de El Viejo Pancho y otras obras de José A. y Trelles”. Incluye “Juan el loco”, “¡Guacha!!”, “Paja brava”, tres obras de teatro inéditas aportadas por Lucho Trelles (nieto del escritor), la “Autobiografía” y otros textos.

En 2005 se publicaron las Obras Completas de “El Viejo Pancho”, también bajo la dirección de Gustavo San Román, que es traducción revisada de la anterior, e incorpora nuevos textos inéditos rescatados por Magdalena Trelles (bisnieta del escritor).  

No 150 aniversario de Alonso Trelles, en 2007, el 14, 15 y 16 de septiembre, se celebró en Ribadeo y Vilanova de Lourenzá el Congreso “Los vínculos culturales Galicia-Uruguay”, dirigido por Manuel Valín Valdés y Azucena González Loredo, y teniendo a Gustavo San Román como coordinador académico y editor de actas (publicadas en Anáforas y en la Universidad de St. Andrews), centrado en las figuras de “El Viejo Pancho” y Vicente Fernández y su hija, Juana de Ibarborou. 

Con este motivo, Francisco Trelles, nieto de "El Viejo Pancho", donó al ribadense Pablo Rodríguez Fernández, "Vivín", el fondo documental heredado del escritor, para que fuera custodiado y estudiado, y quedara para siempre en la villa que vio nacer al poeta. Entre ese legado está un poema, “Pensando en ti, Lola”, dedicado a su novia y futura esposa, que estuvo depositado en la Biblioteca Municipal de Ribadeo hasta finales de 2023. Recientemente parte de dicha documentación quedó plasmada en el libro titulado "El Viejo Pancho, de Ribadeo a El Tala, pasando por Navia".

El fin de semana del 27 y 28 de julio de 2024 hubo una serie de eventos en conmemoración del centenario de la muerte de Alonso y Trelles. Su obra inédita, "El rigor de las desdichas” fue puesta en escena una vez más por el grupo de teatro de Ribadeo, bajo la dirección de Toni Deaño, el sábado 27 en el Auditorio Municipal. El domingo hubo una ofrenda floral con la presencia del cónsul de Uruguay, la directora territorial de Empleo, Comercio y Emigración de la Xunta de Galicia y el alcalde de Ribadeo, a la que siguió una eucaristía en la Iglesia parroquial de la villa.

Luego se hizo la presentación de una Antología poética bilingüe de Alonso y Trelles, editada con introducción y glosario de Gustavo San Román y traducción al gallego de Daniel Chapela y Belén Senín, en la Casa del Ayuntamiento. Se trata de una edición de gran calidad, donde aparecen diez ilustraciones a color de artistas uruguayos contemporáneos y prólogos de autoridades gallegas y uruguayas.  El libro por tanto representa el trabajo conjunto de ambas naciones, y está dedicado a los pueblos de Ribadeo y Tala “con el deseo de fomentar lazos de fraternidades entre las dos tierras de José Alonso y Trelles”.

En otro gesto de hermanamiento entre las dos patrias del escritor, Gustavo San Román preparó una edición del teatro de Alonso y Trelles, que incluirá por primera vez “El rigor de las desdichas”. El volumen, que verá la luz en Montevideo antes de finales de 2024, correrá por cuenta del Instituto de Artes Dramáticas del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.

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